2006/07/06

Baudelaire ya mismo acaba...

Así vivimos con una mano en la garganta.

Que nada es posible, ya lo sabián los que inventaban lluvias y tejían personajes, climas inaceptables con el tormento de la ausencia. Por eso en sus plegarias siempre existío el sonido de manos enamoradas de la niebla.

Despojados, desacostumbrados a la sorpresa, así vivimos, con la despedida de quien nunca dejó nada..

Negras vacaciones, para los que por fin nos vamos...

Baudelaire y sus últimas entregas, próximas...