2006/06/05

EL TRÁFICO Y SUS PROBLEMAS

El crecimiento de las ciudades, aquel paso mediante el cual dejan de ser pequeñas ciudades par convertirse en grandes metrópolis, lleva consigo varios procesos muy complejos, un factor crucial para toda ciudad es el tránsito, de su adecuado funcionamiento depende el factor más importante, la tranquilidad de sus habitantes.

La ciudad de Quito, a partir del año 1996 afronta graves problemas de embotellamientos y congestiones vehiculares, el tráfico se ha vuelto un problema, debido a que tanto peatones así como conductores no respetan las señales de tránsito, originando en algunos casos accidentes fatales. Los días lunes en las famosas horas pico, entre las 7 y las 10 de la mañana se forman congestiones vehiculares, largas filas de autos que prácticamente no se mueven, a esas horas en el mejor de los casos se puede atravesar la ciudad en una hora, en consecuencia se entorpecen todas las actividades, últimamente se están eliminando los obsoletos redondeles que en vez de agilitar el tráfico lo detienen debido a que cuando se construyeron el flujo de tráfico no era tan intenso, pero ahora la situación ha cambiado. El análisis del tráfico se enfoca desde dos puntos particulares, los peatones y los conductores.
Los peatones y quienes requieren a diario del servicio de transporte público, entre sus quejas argumentan que los señores choferes, mal llamados profesionales del volante, conducen sus unidades sin ninguna precaución, realizan competencias irrespetando totalmente a los usuarios, a más de que llevan exceso de pasajeros. Un pasajero describió una anécdota manifestando que antes para sentir vértigo y emociones fuertes, se necesitaba viajar al extranjero a las grandes montañas rusas, con un presupuesto superior a los 50 dólares para ese tipo de aventuras, mientras que los ecuatorianos tenemos la “facilidad” de disfrutar de ese tipo de emociones por apenas 25 centavos, que ya que nuestras calles y avenidas se han convertido en grandes pistas de carreras donde el riesgo, el vértigo y sobre todo el peligro están presentes a cada instante, se ha perdido el referente de que las cooperativas de transporte brindan un servicio por el cual obtienen su remuneración, pero la calidad del servicio debe ser excelente, el pasajero no debe ser estropeado, peor aún que su vida se ponga en riesgo, por llegar en menos tiempo o por aumentar ganancias. Del otro lado de la moneda están como culpables los peatones quienes no respetan los cruces cebra, los semáforos peatonales, y a partir de esto se originan accidentes muy graves, un criterio totalmente severo sería que en el caso de un atropellamiento en la calle, la culpa no es del conductor, sino del peatón, a menos de que el conductor se haya subido a la acera, que no es frecuente. El exceso de vehículos también es otra causa para el problema del tránsito, pero si existe un adecuado ordenamiento se lo puede solucionar.
Dentro de las posibles soluciones se encuentran:
1. Aumento en la calidad del servicio público, eliminando las absurdas competencias de velocidad, sobre todo en los buses, respetando los horarios, es reprochable el demorarse hasta 10 minutos en una parada esperando pasajeros, y luego correr sobre los 80 km por hora para recuperar el tiempo perdido.
2. Respetar las señales de tránsito, no exceder los límites de velocidad, ni aprovechar la denominada viveza criolla, pasar detrás de un vehículo de emergencia tales como bomberos y ambulancias.
3. No se debe invadir los carriles exclusivos para transporte público tales como los del trolebús y de la ecovia, (esto también se refiere para carros de estado).
4. Respetando los conductores la preferencia del peatón, sin que los peatones abusen de su condición.
5. Específicamente dentro del servicio de buses, que los señores conductores así como los usuarios respeten las paradas.

Son pequeñas recomendaciones que de alguna manera pueden agilitar el tráfico y disminuir las estadísticas de accidentes de tránsito, por citar un ejemplo si se optimiza el servicio de transporte público, varios conductores pasarían a ser peatones ya que dejarían sus autos en casa, otro beneficio sería que disminuiría la contaminación. También los beneficios se verían en la salud de la población, ya que no existiría tanto stress y los conductores serían menos agresivos.