2006/10/01

En el GP de China hasta San Pedro conspiró contra Alonso

El Gran Premio de China comenzó con la pista mojada y llantas intermedias en los autos. La lluvia durante la clasificación había colocado a Alonso en la pole, a Fisichella en el segundo puesto y a Schumacher en la sexta posición. Este año, extrañamente, la lluvia no favorece ni a Bridgestone, como lo hizo en el 2004, ni a Schumacher, como lo ha hecho siempre.

Durante las primeras vueltas, Raikkonen avanzó hasta el tercer lugar, pero tuvo que abandonar por los ya habituales problemas mecánicos de Mc Laren. Mientras tanto, Schumacher adelantaba, lentamente, algunas posiciones. La pista estaba húmeda, pero hubo pocos abandonos, al menos durante el primer tercio de la carrera.

Después del primer repostaje, la pista empezó a secarse. A Alonso no le sentó bien el cambio de las llantas delanteras de su Renault y comenzó a retrasarse. Enseguida, Alonso y Fisicuela, aún primero y segundo, tejieron una serie de zigzag en la pista y alternaron varias veces su posición de carrera, en lo que parecía un desesperado intento por confundir a Schumacher.

Sectores húmedos, sectores secos y algunos trompos en pista sugirieron que la lotería del Gran Premio de Hungría podía repetirse. Ferrari probó con Massa los neumáticos para piso seco (slicks) antes de ponérselos a Schumacher. Alonso entró a pits para cambiar a slicks, pero, de nuevo, problemas en el ajuste de las llantas traseras lo retrasaron más de 10 segundos. Schumacher superó a Fischella cuando éste salía de boxes y se quedó con el primer lugar.

Las últimas vueltas fueron un desesperado intento de Alonso por alcanzar a Schumacher. Pero los record consecutivos de vuelta y la orden del equipo para que Fisichella le cediese el paso no le alcanzaron. El GP de China terminó con Schumacher primero, Alonso segundo, Fisichella tercero y un impresionante choque, entre los que peleaban por el cuarto puesto, que dejó a Heidfield fuera a una curva de la meta.

Después del GP de Monza, Fernando Alonso y Flavio Briatore dijeron que el mundial de este año estaba amañado a favor de Schumacher, al que calificaron como "el piloto más tramposo de la historia". Pero, después del GP de China,quizá deban reconsiderar esta acusación para no caer en la paranoia de sospechar de Fisichella, los propios mecánicos de Renault y hasta del mismo San Pedro que jugó con el clima durante toda la carrera.

Schumacher lidera el campeonato, Ferrari pierde la punta

Sé que lo más seguro es que ya nadie lea esto y que puedo caer en el artículo 98 de cierto documento de circulación electrónica. Pero es necesario escribirlo por justicia, porque en todo los informes que publiqué sobre fórmula 1 siempre hubo desconfianza sobre la capacidad de Ferrari y porque todos los comentarios aseguraron que Renault dominaría todo el año. Pero se han producido cambios…
**********************************************************************************

La botella de champaña de Fernando Alonso quedó destrozada debajo del podio del Gran Premio de China, en Shanghai, cuando sus mecánicos no lograron apararla. Ese fue el final visible de una jornada desastrosa para Renault y, especialmente, para el actual campeón mundial de Fórmula 1, Fernando Alonso. Minutos antes, los abrazos efusivos de los ingenieros y mecánicos de Ferrari marcaban el inicio de lo que podría ser el 8vo y último campeonato mundial de Michael Schumacher, quien se retira de la Fórmula 1 a finales de este año.

Y es que la tabla de posiciones ya no está como quedó después del GP de Estados Unidos; ahora, faltando dos carreras (Japón y Brasil) para que se termine el campeonato 2006, Michael Schumacher lidera el campeonato de pilotos con la misma cantidad de puntos que Alonso, pero con una victoria más. Y Ferrari, por su parte, está a un punto de alcanzar a Renault en el campeonato de equipos.

Una botella de champaña rota, un clima desfavorable y cambiante, nuevos problemas durante el repostaje y algunas malas maniobras de Giancarlo Fisichella demostraron que para ganar un Gran Premio se necesita mucho más que un buen auto, un buen piloto y un buen equipo. La suerte es esencial.

Decir que Fernando Alonso es el piloto más desafortunado de la Fórmula 1 sería olvidar todos los meses que el español no sufrió roturas de motor ni problemas mecánicos. Ese título probablemente se lo merezcan otros pilotos como el retirado Nigel Mansell, Rubens Barrichello o Kimmi Raikkonen. Pero, seguramente, su suerte no es igual a la de Michael Schumacher, quien siempre señala que la clave de su éxito es la magnífica combinación que ha logrado con el equipo Ferrari y su auto.La suerte de Schumacher es el valor agregado de una combinación fantástica que no es seguro que se repita con Raikkonen en Ferrari o Alonso en Mc Laren.