En el GP de China hasta San Pedro conspiró contra Alonso
El Gran Premio de China comenzó con la pista mojada y llantas intermedias en los autos. La lluvia durante la clasificación había colocado a Alonso en la pole, a Fisichella en el segundo puesto y a Schumacher en la sexta posición. Este año, extrañamente, la lluvia no favorece ni a Bridgestone, como lo hizo en el 2004, ni a Schumacher, como lo ha hecho siempre.
Durante las primeras vueltas, Raikkonen avanzó hasta el tercer lugar, pero tuvo que abandonar por los ya habituales problemas mecánicos de Mc Laren. Mientras tanto, Schumacher adelantaba, lentamente, algunas posiciones. La pista estaba húmeda, pero hubo pocos abandonos, al menos durante el primer tercio de la carrera.
Después del primer repostaje, la pista empezó a secarse. A Alonso no le sentó bien el cambio de las llantas delanteras de su Renault y comenzó a retrasarse. Enseguida, Alonso y Fisicuela, aún primero y segundo, tejieron una serie de zigzag en la pista y alternaron varias veces su posición de carrera, en lo que parecía un desesperado intento por confundir a Schumacher.
Sectores húmedos, sectores secos y algunos trompos en pista sugirieron que la lotería del Gran Premio de Hungría podía repetirse. Ferrari probó con Massa los neumáticos para piso seco (slicks) antes de ponérselos a Schumacher. Alonso entró a pits para cambiar a slicks, pero, de nuevo, problemas en el ajuste de las llantas traseras lo retrasaron más de 10 segundos. Schumacher superó a Fischella cuando éste salía de boxes y se quedó con el primer lugar.
Las últimas vueltas fueron un desesperado intento de Alonso por alcanzar a Schumacher. Pero los record consecutivos de vuelta y la orden del equipo para que Fisichella le cediese el paso no le alcanzaron. El GP de China terminó con Schumacher primero, Alonso segundo, Fisichella tercero y un impresionante choque, entre los que peleaban por el cuarto puesto, que dejó a Heidfield fuera a una curva de la meta.
Después del GP de Monza, Fernando Alonso y Flavio Briatore dijeron que el mundial de este año estaba amañado a favor de Schumacher, al que calificaron como "el piloto más tramposo de la historia". Pero, después del GP de China,quizá deban reconsiderar esta acusación para no caer en la paranoia de sospechar de Fisichella, los propios mecánicos de Renault y hasta del mismo San Pedro que jugó con el clima durante toda la carrera.